Ni lejía, ni el sol ni ningún otro remedio casero resulta tan útil como la cocción de huesos en agua oxigenada para conseguir así un blanco nuclear.
El método es sencillo:
Ponte unos guantes de goma
Pon una olla con agua oxigenada a hervir, pero cuidado!!! el agua oxigenada cuando hierve triplica su volumen en forma de espuma, así que no llenes hasta arriba la olla, de lo contrario se te saldrá gran cantidad de agua oxigenada y no estamos para tirar nada.
Una vez que comience la ebullición deberás introducir los huesos que quieras blanquear pero, ¡ojo!, deberás retirar en la medida de lo posible todos los restos orgánicos blandos (carne, grasa, tendones...) antes de introducirlo en el agua.
Dependiendo de lo grandes que sean los huesos y de lo limpios que estén, el agua oxigenada tardará entre 5 y 15 minutos en hacer su trabajo blanqueador, de todas formas, la mejor manera de saber cuándo un hueso está blanco es, simplemente, mirando.
Si blanqueas huesos con articulaciones o cráneos con dientes, lo normal es que el agua oxigenada destruya los cartílagos y se acaben soltando los dientes y articulaciones, no pasa nada, con cola blanca, una vez bien secos los huesos blanqueados, quedarán bien fijados y perfectos, eso siempre que sepas dónde iba cada huesecillo...
Una vez secos los huesos es el momento de pasar a los siguientes pasos, pulido, montado... pero eso lo explicaré otro día.
En este caso el hueso blanqueado es el testuz del toro y los huesos que van por dentro de los pitones por los que se unen al cráneo, de modo que primero se sacan los cuernos del hueso, se blanquean para que las medidas higiénicas sean idóneas y se vuelven a montar como se encontraban en un inicio.
Este es el cráneo de un corzo que encontraron atropellado, gran parte de la mandíbula superior y las fosas nasales se encontraban dañados por lo que hubo que reconstruirlos, de modo que se blanqueó el cráneo y los trozos de cráneo partidos a causa de la contusión. En este caso, los cuernos de los cérvidos no tienen hueso por dentro como es el caso de los toros, de modo que la cocción se debe realizar extremando las precauciones si no queremos que las astas del corzo terminen de color blanco nuclear, así que con cuidado se coge el cráneo por los cuernos y se sumerge en el agua oxigenda con cuidado de que el agua no toque los cuernos.